Desafíos modernos, abordajes y actuaciones policiales en las sociedades democráticas

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Por: José A. Polanco Gómez
Mayor General retirado, Ex Jefe de la Policia Nacional
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Los cuerpos de policías son de las instituciones más importantes que conforman el Estado, ya que son los garantes de la paz pública, de las vidas y la movilidad de las personas, así como los responsables de mantener y asegurar el orden social. También deben preservar la seguridad ciudadana, la movilidad del tránsito vehicular y además proteger los bienes públicos y privados, (art. 255 de la Constitución de la República. Art. 91 del Código Procesal Penal), logrando con este conjunto de objetivos la armonía ciudadana y la coexistencia pacífica entre los seres humanos que cohabitan una zona o un país.

Los miembros de los cuerpos de policías sin importar su jerarquía ni el lugar donde estén asignados para prestar servicios, deben desarrollar y desempeñar sus funciones observando estrictamente el protocolo del uso de la fuerza y deben hacerlo bien, sin excesos innecesarios que resulten estridentes, repudiables e inaceptables, socialmente hablando y más aún cuando están frente a personas de trabajo y decentes que no significan un peligro para la seguridad física de terceros o de sí mismos; también están obligados a ser juiciosos, tener iniciativas propias para resolver conflictos que surjan de manera fortuita.

Algunas veces cuando los agentes de seguridad pública violan los protocolos y las normativas del uso de la fuerza actuando con falta de tacto y de sentido común, lo están haciendo bajo su responsabilidad a motus propio, no es una norma institucional; sin embargo, cuando la actuación es correcta y se observan adecuadamente los niveles del uso de la fuerza; es bueno que los policías y otros agentes de seguridad estatal entiendan que lo hacen a nombre de la colectividad, de la seguridad ciudadana y del propio estado, si lo hiciesen así, éste, está en la obligación en protegerles en los escenarios que se deriven de sus actuaciones, ahora, cuando actúen con falta de profesionalidad, deben recibir su sanción de acuerdo a las normas legales vigentes y la institución debe continuar fortaleciéndose en las áreas educativas, operativas investigativas y administrativas, para poder tener éxito al enfrentar los próximos desafíos del presente y del futuro, por lo que estos cuerpos policiales, deben ir haciendo su propia reingeniería, partiendo desde un FODA (fortaleza, organización, debilidades y amenazas). Éstos fortalecimientos estructurales pueden ser hechos con acompañantes y colaboradores nacionales y extranjeros, siempre y cuando las leyes lo permitan, y que sus gestiones no distorsionen, ni amilanen la institucionalidad, ni resquebrajen la línea de mando institucional.

En el mundo ya se está hablando de seguridad humana, es decir que será una responsabilidad más compleja, critica y global para los cuerpos policiales; debido a todas estas situaciones cambiantes las personas a reclutar, deben tener una base educacional hogareña y social de buen nivel que agregada a la escolaridad estatal, (creo que esto es el talón de Aquiles que debemos superar), más la currículo académica de la institución podamos crear grupos técnicos profesionales homogéneos, que actúen de acuerdo a la idiosincrasia de cada sociedad o país y así lograr una buena doctrina policial que continue contribuyendo al crecimiento económico y al sistema democrático.

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