El tema de la inflación siempre acapara el interés de consumidores, empresarios, políticos y hacederes de opinión, no solo porque afecta el presupuesto de todos los hogares, sino porque también, es una amenaza para la estabilidad macroeconómica, especialmente si se hace persistente, profunda y alta; de ahí que, las políticas monetaria y fiscal le prestan la atención debida a la gestión de los precios, presentándose que en ocasiones la postura la han tomado de manera tardía, en otras de forma diligente, teniendo resultados unas veces exitosos y en otras, con fracasos.
La inflación es poco común que tenga origen unicausal, por el contrario, en la mayoría de los casos es de naturaleza multicausal. En la determinación de los motivos, en la generalidad de las ocasiones tiene fundamento monetario -dada la posición expansiva de la masa monetaria-, en segundo lugar, también, la origina el ámbito fiscal -con sus recurrentes déficit fiscal y alto gasto de tipo corriente-, en algunas circunstancias, la inflación puede proceder del ámbito internacional -con el tipo de inflación importada- y, en otros, de tipo cambiaria, cuando su cotización resulta volátil, aportando presión al alza de los precios por el lado de los costos y de los precios finales de origen externo.
Considerando el contexto del movimiento de los precios de los productos y servicios al consumidor final de cada una de las gestiones gubernamentales de Leonel Fernández, Hipólito Mejía, Danilo Medina y Luis Abinader, está documentado y respaldado que, en las dos primeras administraciones, los niveles de inflación más elevados se produjeron por causales distintas, mientras que, la de los dos últimos tuvo un origen común. Para el caso de Leonel Fernández, los picos más altos de inflación, ocurrió entre los años 2007 al 2011, en los tiempos del estallido de la crisis financiera internacional y posterior subida de los precios del barril del petróleo a niveles de récord histórico. En la ocasión de Hipólito Mejía, la crisis bancaria local, la falta de confianza y la alta volatilidad en la cotización del dólar en el mercado cambiario propiciaron elevados movimientos de precios. En las administraciones de Leonel e Hipólito, la política monetaria del Banco Central no se manejaba con el esquema de meta de inflación.
Durante los gobiernos de Danilo Medina y Luis Abinader, el aumento de precios sostenido ha ocurrido en tiempos en que el Banco Central tiene como fundamento para el manejo de su política monetaria, el establecimiento de la meta de inflación, para lo cual maneja todos los instrumentos monetarios al alcance de esa entidad monetaria. El contexto de la subida de precios de la gestión presidencial de Danilo, su administración gozó de una gran normalidad, tanto en el plano internacional, como en el local, con ausencia de crisis, solo al final de su gobierno apareció la pandemia por COVID-19, la que favoreció una inflación negativa con el cierre parcial de la economía, cayendo la demanda. En la de Abinader, se ha producido en tiempos de pandemia y en parte, posterior a ella, situación que hizo continuar y asumir una política fiscal y monetaria de carácter expansivo para la economía, ubicándose ahí la principal razón del origen de la actual inflación, en adición al componente importado, originado por los problemas de desabastecimiento de mercadería a nivel mundial, ante la caída de la producción y escasez de oferta, además, de las dificultades en el trasporte marítimo internacional de insumos y productos finales.
En los últimos 26 años, en general la economía dominicana se ha manejado con estabilidad de precios, sin embargo, en ocasiones se han producido picos que la hace distanciar de la meta de inflación, como ha acontecido recientemente, en donde, desde el año 2020 hasta el 2022 se ha registrado una tasa de inflación anual superior al ancla de los precios establecido por el Banco Central, que indica una meta de inflación de un 4.0 % como valor medio.
El tema de la inflación siempre acapara el interés de consumidores, empresarios, políticos y hacederes de opinión, no solo porque afecta el presupuesto de todos los hogares, sino porque también, es una amenaza para la estabilidad macroeconómica, especialmente si se hace persistente, profunda y alta; de ahí que, las políticas monetaria y fiscal le prestan la atención debida a la gestión de los precios, presentándose que en ocasiones la postura la han tomado de manera tardía, en otras de forma diligente, teniendo resultados unas veces exitosos y en otras, con fracasos.
La inflación es poco común que tenga origen unicausal, por el contrario, en la mayoría de los casos es de naturaleza multicausal. En la determinación de los motivos, en la generalidad de las ocasiones tiene fundamento monetario -dada la posición expansiva de la masa monetaria-, en segundo lugar, también, la origina el ámbito fiscal -con sus recurrentes déficit fiscal y alto gasto de tipo corriente-, en algunas circunstancias, la inflación puede proceder del ámbito internacional -con el tipo de inflación importada- y, en otros, de tipo cambiaria, cuando su cotización resulta volátil, aportando presión al alza de los precios por el lado de los costos y de los precios finales de origen externo.
Considerando el contexto del movimiento de los precios de los productos y servicios al consumidor final de cada una de las gestiones gubernamentales de Leonel Fernández, Hipólito Mejía, Danilo Medina y Luis Abinader, está documentado y respaldado que, en las dos primeras administraciones, los niveles de inflación más elevados se produjeron por causales distintas, mientras que, la de los dos últimos tuvo un origen común. Para el caso de Leonel Fernández, los picos más altos de inflación, ocurrió entre los años 2007 al 2011, en los tiempos del estallido de la crisis financiera internacional y posterior subida de los precios del barril del petróleo a niveles de récord histórico. En la ocasión de Hipólito Mejía, la crisis bancaria local, la falta de confianza y la alta volatilidad en la cotización del dólar en el mercado cambiario propiciaron elevados movimientos de precios. En las administraciones de Leonel e Hipólito, la política monetaria del Banco Central no se manejaba con el esquema de meta de inflación.
Durante los gobiernos de Danilo Medina y Luis Abinader, el aumento de precios sostenido ha ocurrido en tiempos en que el Banco Central tiene como fundamento para el manejo de su política monetaria, el establecimiento de la meta de inflación, para lo cual maneja todos los instrumentos monetarios al alcance de esa entidad monetaria. El contexto de la subida de precios de la gestión presidencial de Danilo, su administración gozó de una gran normalidad, tanto en el plano internacional, como en el local, con ausencia de crisis, solo al final de su gobierno apareció la pandemia por COVID-19, la que favoreció una inflación negativa con el cierre parcial de la economía, cayendo la demanda. En la de Abinader, se ha producido en tiempos de pandemia y en parte, posterior a ella, situación que hizo continuar y asumir una política fiscal y monetaria de carácter expansivo para la economía, ubicándose ahí la principal razón del origen de la actual inflación, en adición al componente importado, originado por los problemas de desabastecimiento de mercadería a nivel mundial, ante la caída de la producción y escasez de oferta, además, de las dificultades en el trasporte marítimo internacional de insumos y productos finales.
En los últimos 26 años, en general la economía dominicana se ha manejado con estabilidad de precios, sin embargo, en ocasiones se han producido picos que la hace distanciar de la meta de inflación, como ha acontecido recientemente, en donde, desde el año 2020 hasta el 2022 se ha registrado una tasa de inflación anual superior al ancla de los precios establecido por el Banco Central, que indica una meta de inflación de un 4.0 % como valor medio.