¿Cuál gobierno ha construido más, Hipólito, Leonel, Danilo o Abinader?

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Uno de los problemas colaterales que trae la política monetaria y fiscal expansiva como la de 2020/2021 es la inflación que genera, que a su vez luego obliga a una postura monetaria tendente a retirar los estímulos monetarios, como el de emitir certificados, elevar la tasa de referencia del Banco Central que transmite posteriormente un incremento en las tasas de interés bancaria, dándole, por ejemplo, nuevos impulsos a la vocación rentista de los fondos de pensión y a la postura de muchos inversionistas personales e institucionales, atentando por esa vía contra las inversiones productivas con vocación real para el desempeño económico, la demanda agregada, la creación de empleo y aumento de la productividad.

   Para citar solo una muestra, dentro de la cartera de inversión de los fondos de pensiones dominicanos mantienen un 76.0 % en los productos financieros del sector público (Hacienda y Banco Central), contraviniendo, además, al propio espíritu de la ley se seguridad social, que, en la parte de inversiones, indica que una vez garantizada la rentabilidad y mitigar la exposición al riesgo, señala que debe destinarse a las inversiones productivas.

   Por su lado, la postura fiscal con permanentes déficits fiscales promueve mayores niveles de endeudamiento público, que luego hace del servicio de la deuda pública una carga creciente, alimentando significativamente a la carga fija del presupuesto y por esa vía propicia una mayor rigidez presupuestaria, que impide luego mayores apropiaciones de recursos financieros a partidas destinadas a actividades estratégicas clave para el desarrollo nacional, como lo es la inversión pública y más ampliamente el gasto de capital, como parte de la clasificación económica del gasto público que incluye, también, al gasto corriente y a las aplicaciones financieras.

   En general, el gasto de capital está alineado al crecimiento económico, que a su vez promueve externalidades positivas de la economía, genera empleos, ingresos tributarios a futuro que puede fortalecer la consolidación fiscal, por su carácter productivo autosostenible; de ahí la importancia de conocer la visión del presidente de la República, para entender quién y por qué encabeza el ordenamiento por posiciones, denominado el ranking de los presidentes que hemos tenido desde el 1996 al 2022 en materia del porcentaje erogado en gasto de capital y de inversión pública dentro del total del gasta público en forma anual.

    Basado en la literatura de la contabilidad presupuestaria, los gastos de capital exponen los cambios en la estructura patrimonial del Estado y sin lugar a dudas que son útiles para crear, ampliar o mejorar la capacidad productiva de los bienes y servicios públicos, e incluso, los del sector privado de manera colateral. Para un mejor entendimiento del ciudadano no relacionado con esta jerga, cuando alguien utiliza una carretera en dominicana, recibe energía de una planta generadora de electricidad, como la de Punta Catalina, o se traslada utilizando el metro de Santo Domingo, el túnel de la avenida 27 de febrero en la capital o la autovía del Este o un tractor del ministerio de agricultura o un equipo pesado de obras públicas, son bienes que forman parte del patrimonio público y que se adquieren o construyen con el denominado gasto de capital.

   En el país en montos variados, distintos gobiernos han tenido gastos de capital y sin importar el monto en algo han aumentado el patrimonio público, pero naturalmente, si de identificar se trata de cuáles presidentes de la República han erogado más en gasto de capital y en inversiones públicas, entonces ahí se requiere examinar la ejecución presupuestaria de al menos los dos últimos años de cada gestión presidencial, como forma de estandarizar la comparación en términos anuales, habida cuenta que el actual mandatario solo tiene dos años y unos meses gobernando.

   En el cuadro que aparece en esta opinión puede apreciarse el comportamiento del gasto de capital y de la inversión pública como porcentaje del gasto total de los gobiernos de Hipólito Mejía (2003-2004) Leonel Fernández (2011-2012)), Danilo Medina (2018-2019) y Luis Abinader (2021-2022). El cuadro no consideró el año 2020 por ser atípico en términos no solo de las finanzas públicas, sino, además, por la pandemia generada por la COVID-19.

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